En los ecosistemas marinos, la zona eufótica es aquella en la que penetra la luz del sol. Su profundidad es muy variable en función de la turbidez del agua. Se llama profundidad eufótica o nivel eufótico a la profundidad en la que la intensidad de la luz queda reducida a un 1% de la que ha penetrado la superficie, el límite por debajo del cual no queda lugar para la fotosíntesis. En suma, es el lugar donde, a pesar de estar sumergido, todavía es posible que se genere aquello que lleva a la vida. Muchas veces la organización de actores políticos emergentes está confinada a la zona eufótica de la política. Es posible sobrevivir y organizarse, pero dependiendo de lo turbio del ambiente, se adquire más fuerza, conocimientos y experiencia o se dan pasos para atrás. Lo turbio se disipa a a veces para sólo volver con igual fuerza, reconfigurado, a nublar los intentos de recibir los rayos vigorizantes del sol. Durante los últimos 5 años, hemos sido presas de una incre