Las dos actitudes ante el Zapotillo son contrastantes. Alfaro, quitándose una ofrenda de flores que le dieron los pobladores, de brazos cruzados y diciéndole al presidente Obrador que el "no tenía nada que hacer ahí". El presidente, por otro lado, pidiendo respeto para el gobernador y acordando con el pueblo mediante democracia directa una solución al problema heredado de la presa. A los gobernantes la apertura a escuchar ante los problemas los define. Es lamentable la actitud del gobernador de Jalisco que ojalá aprenda que para ganarse el respeto de los pueblos también debe enfrentar, fuera de cámaras y de frente como él dice, los problemas y las inconformidades. https://www.milenio.com/opinion/editoriales/debate-generacional-jalisco/presa-el-zapotillo-en-la-opinion-de-representantes-de-partidos_2