Alfaro está en modo campaña, pero desde las sombras. A diferencia del presidente López Obrador, Alfaro manda mensajes políticos escudándose de sus redes sociales, sin enfrentarse a la incomodidad de responder preguntas de periodistas de forma directa. Aparte de ello, Alfaro encabeza la operación tinaco y el uso de camiones de la Fiscalía y del transporte público concesionado, todo a favor de Movimiento Ciudadano. AMLO también incide en el proceso y negarlo sería ingenuo. Sin embargo, su forma de hacerlo, de manera abierta y dentro de los cauces de la ley, nos llama a la reflexión de qué tipo de democracia queremos. ¿El de la simulación naranja, que esconde sus operaciones de compra de votos? ¿O el modelo de diálogo circular de la 4T, que pone en el centro de la discusión pública los temas inocultables, que es mejor procesar entre todos de manera abierta? La respuesta está clara. La república de la simulación va de salida y con y con ella, las prácticas de coacción de Movimiento Ciudada