Hace tres años, la candidatura de Kumamoto convenció a muchos de que hacer política de forma distinta es posible. Ahora, ya pasada la elección de 2018 y de la mano de los resultados que nos dejaron fuera de todos los espacios de representación, nos toca llevar el debate de la crisis de los partidos hasta sus últimas consecuencias. Tratemos de llegar hasta donde nos marca el límite del horizonte. ¿Existe en el mundo una democracia sin un sistema de partidos? ¿Nos acostumbraremos a la derrota anticipada frente a unos partidos inamovibles que existen como un mal necesario? ¿Es deseable que mas de 1,000,000 de votos se queden sin representación? Para responder a lo anterior vale la pena analizar el suelo sobre el cual estamos parados. Enrique Toussaint en su columna del 14 de Octubre menciona que “los tres partidos políticos más importantes en los últimos 30 años, obtuvieron menos de 40% de los votos en la última elección.” Está confirmada la hipótesis que Wikipolítica ha postulado ...