La detención de Nazario N. en Guadalajara, identificado como secretario del Frente Transportista de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Jalisco y presunto operador de un grupo de la violencia organizada, es una instancia más de redes criminales incrustadas en estructuras de la economía formal de Jalisco. Nazario Ramírez fue identificado por las autoridades federales como un operador responsable de extorsiones y venta de droga en Jalisco y Puebla. Su posición como líder sindical dentro de la CTM le otorgaba una identidad jurídica ventajosa para la violencia organizada. Históricamente, las estructuras sindicales han sido utilizadas por grupos delictivos para establecer una apariencia de legalidad. Las actividades gremiales pueden funcionar como un escudo para ocultar operaciones ilícitas, permitiendo a los líderes imponer cuotas bajo la amenaza de la violencia o el miedo, como se ha documentado en otros casos de extorsión a transportistas. Además, pueden cooptar o inducir...