Las reformas a las leyes casi siempre van un paso detrás de la realidad que buscan normar. Sin embargo, cuando las leyes se quedan atrás demasiado tiempo, pueden persistir injusticias, sinsentidos y una visión reaccionaria de la sociedad. Un orden de cosas es un orden de beneficios y de grupos. Por eso, quien busca preservar el mismo orden demasiado tiempo en contra de las demandas sociales, intenta defender su beneficio a costa de los demás. Las sociedades no son estáticas y eso lo entienden hasta los conservadores. Solo que su respuesta es retrasar o frenar las transformaciones, al menos hasta que se vuelven inevitables. Durante el período neoliberal, después de cada elección se hacía una reforma para tapar los huecos que habían hecho posibles las trampas de siempre. Era una manera de apaciguar a la oposición, sumergiéndola en un proceso largo y bizantino. También era una forma de mostrar a la opinión pública que “algo se estaba haciendo” para que nuestra decrépita democracia fuera m