Ir al contenido principal

El Soberano: La crisis está en sus mentes

El alboroto reciente de la oposición en el Senado y las declaraciones cruzadas entre opositores y apoyadores de la Cuarta Transformación tiene ahora como raíz la entrega de la Medalla Belisario Domínguez a Hugo López-Gatell, que la recibirá a nombre del personal médico que enfrentó la pandemia de covid-19 en la primera línea de defensa.

Esta medalla simboliza la convicción de que, ante un difícil escenario, con recursos limitados y con una situación geopolítica difícil, se consiguieron millones de vacunas desde las etapas más tempranas de la pandemia, con una estrategia de vacunación en marcha y una tercera ola que ha bajado en letalidad. No la recibe el Dr. Gatell a título personal solamente, por más que sus adversarios se empeñen en achacarle personalmente lo que les desagrada del manejo de la pandemia.

Sin embargo, la oposición se ha empeñado en personalizar la situación. Partidarios de amarillismo mediático y sus degradados posicionamientos en Twitter, buscaron armar una trampa mediática al estilo de la entrega del detector de mentiras al Secretario de Gobernación por parte de Kennia López Rabadán.

El Presidente se abstuvo de asistir y sigue marcando la agenda de Lily Téllez, que le hace un flaco favor a la oposición de representarla en los medios. Téllez no es presidenciable, probablemente se adherirá al PAN en Sonora al final de su mandato y regresará a hacer política bajo un gobierno de Morena en su estado natal, al que le debe una ambulancia y la devolución de la curul por la cual llegó mediante Morena.

La oposición gusta de hacer escenificaciones políticas porque confunden oposición democrática con represión política. Como dijera su presidente predilecto, Enrique Peña Nieto, la crisis está en sus mentes. El PAN y sus aliados impidieron el acceso a tribuna a oradores, se trenzaron a golpes con legisladores de oposición en 2006 y emprendieron toda suerte de tretas para hacer un vacío mediático al movimiento obradorista a punta de billetazos malhabidos.

Que no les sorprenda que el Presidente le haga vacío al partido del Alto Vacío. La crisis está en sus mentes, viven en un régimen dictatorial imaginario que, en sus peores pesadillas, es una copia al carbón del régimen que ellos crearon, defendieron y con el cual perdieron las elecciones. Solo que dicho régimen imaginario no existe más que en la estridencia de un payaso, una senadora que hace sketches y una senadora que encara de frente al poder, pero no puede pararse en Ures, Sonora porque traicionó al pueblo que confió en ella.

Lo más leído de Rodrigo Cornejo:

Wikipolítica, Futuro y la acción comunicativa

El Futuro del partido político en México como acción comunicativa Durante años, fui parte de Wikipolítica en Guadalajara, Jalisco. Puedo afirmar que antes de tomar la decisión de devenir en partido político local, fuimos un gran experimento de qué tan lejos podía llegar en la política la acción comunicativa . Por ello, es necesario hacer un ajuste de cuentas con el pasado filosófico de nuestra organización para explicar la decisión que tomamos. Inicialmente, comenzamos a hacer política intentando responder a una amplia demanda de diálogo y de que la gente fuera tomada en cuenta. Esta fue nuestra apuesta: que la comunicación puesta al nivel de la estrategia política, podía ser competitiva ante el poder económico y la fuerza bruta que ejercen los partidos políticos. También, durante mucho tiempo estuvimos convencidos, por diversas razones, que la solución a los problemas políticos podía conseguirse mediante el consenso y la participación de las personas. Este convencimiento de q

Reseña: El rey viejo de Fernando Benítez

Es un azar. Los que nos eran leales nos traicionaron, los que fueron traidores pueden salvarnos. no sabemos ya nada de nada. — Extraño país el nuestro. — Es un país corrompido hasta la médula de los huesos -suspiró. Enrique a Carranza, en medio de su huída. El sueño y desencanto de un burócrata con aspiraciones de intelectual perfila muy bien el momento de quiebre que tal vez pasaron los secretarios de este nuevo régimen. Ellos, al igual que Enrique, el burócrata de El rey viejo, fueron violentamente atravesados por la crudeza de la política mexicana cuando creyeron que podían acceder a las glorias del gobierno y hacer historia sin penurias o dificultades. "No hay un gran mexicano que no sea o haya sido un fugitivo". No me simpatiza la causa legalista de Carranza pero la corta novela ayuda a forjar una extraña empatía del orden ante el caos de los mexicanos que no se cansaban de guerrear entre ellos, cambiando de bando conforme la necesidad, la codicia y