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Reseña: ¿Qué es la propiedad? de Proudhon

Proudhon hace una exposición del fundamento de la propiedad privada, para poner en firme argumentos a favor de la igualdad humana, de salarios, la justa remuneración para garantizar la vida y a favor de la posesión en vez de propiedad. Esta distinción (la legal entre posesión y propiedad) está al centro de casi toda su exposición. Procurando resolver preguntas económicas básicas como "¿cuántos clavos vale un zapato?" prefigura el concepto marxista de 'plusvalía'. Describe casi todo de manera clara incluso para quienes no tienen nociones formales de economía política y explica las rentas desde su nacimiento, explicando el albinagio feudal.

De corte utopista (véase Fourier y el falansterio), este escrito tiene bastante confianza en el avance infalible del progreso humano, que 180 años después y con varios retrocesos considerables a cuestas puede sonar algo extraño. El escrito es crítico específicamente con ese socialismo, pero por sus métodos, no por su búsqueda de justicia. Carga con las desilusiones de la Revolución Francesa también.

Para México, es especialmente relevante porque se relaciona con el nacimiento de La Social, organización socialista fundada por Plotino Rhodakanaty. Se dice que Rhodakanaty conoció a Proudhon. Eso es discutible (recomiendo la lectura de En los márgenes. Rhodakanaty en México para un panorama más completo) pero aunque no haya acontecido, estas ideas eran las que flotaban en el aire en esos años de organización obrera en México. A final de cuentas, fue la corriente del falansterio con la que llegó la izquierda a nuestro país. Leer las polémicas del momento ayuda a redondear la visión de sus éxitos y fracasos pero también de sus ideas primordiales: la justicia para los pobres y los olvidados.


Durante todo el escrito, Proudhon polemiza con el economista francés más célebre de la época, Jean-Baptiste Say. Por ello, esta lectura es una manera no tan espinosa de iniciarse en cuestiones de economía política. Asoman en ella su cabeza los procesos de producción y reproducción del capital y las mercancías, junto con lo falaz de la divisibilidad de los bienes comunitarios dados, como la tierra. En general, Proudhon señala los subterfugios y las racionalizaciones de los economistas en su afán por explicar con "leyes" económicas lo que era una realidad social e histórica dependiente de atavismos. Aunque no profundiza mucho en ello, no duda en señalar que esa realidad y sus justificaciones venían del feudalismo y de concepciones incompletas del desarrollo económico posterior a la revolución industrial. En su estilo de apartar y desarmar los supuestos que están sintetizados en la propiedad privada está la más grande contribución de el escrito, que sería seguido de intentos mucho más ambiciosos de analizar la economía política, como el marxista.

También hace un buen trabajo explicando la interdependencia del hombre con el hombre y de ahí, concluye con varios postulados a favor de la igualdad absoluta. La explotación del hombre por el hombre como inaceptable es mencionada como antinatural. El final es algo confuso, porque dedica poco tiempo y muchas energías en atacar por igual las bases de la "comunidad como institución despótica" (!) pero sería ingenuo hoy día sorprenderse de ello en en un texto anarquista. Es un texto viejo pero alcanza cuestiones contemporáneas que se rehúsan a irse, como la eterna justificación de la desigualdad de salarios por el "mérito y el talento" entre otras falacias postmodernas (de rancio origen) que justifican la pobreza y la desigualdad.

Proudhon polemizó con Marx por las consecuencias políticas de la doctrina del anarquismo y sus lecturas algo difusas acerca de los métodos de toma de los medios de producción. Sin haber leído esas polémicas puedo decir que no encuentro mucha incompatibilidad entre los postulados de igualdad y obreristas de ambos. Espero saldar esa deuda pronto con la lectura de [book:Miseria de la Filosofía|40953009]. La diferencia de análisis económico no queda tan clara pero está claro que el mutualismo y las implicaciones de acometer la revolución sin pensar que una libre federación de individuos sería atacada y aniquilada si no encontraba medios para defenderse y disolver gradualmente el Estado capitalista, seguramente es la grieta más grande entre ambos teóricos. Este último punto es objeto de una interesante charla entre un disminuído y anciano Kropotkin y Lenin. En resumen, este libro es una buena introducción para comenzar a leer la historia de la organización social humana desde sus fundamentos económicos.

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