La respuesta de la gente ante el sismo 19S fue enorme: usando herramientas como #Verificado19S se superó el huevo que dejó la respuesta de las autoridades. Vimos que sigue reinando la desconfianza de la gente respecto a las instituciones y la alternativa es organizarse. Sin embargo, falta el proceso más largo: fiscalizar la reconstrucción y llamar a cuentas a quienes permitieron y construyeron edificios que se derrumbaron. Las muertes por esa causa son inaceptables. Sigamos organizados pero ahora para exigir y llamar a cuentas a todos los responsables.El audio de este comentario se puede escuchar aquí: http://www.milenio.com/milenio_radio/voces-DebateGeneracional_0_1037896443.html
Antes de que Azuela decidiera cambiar su estilo a uno más surreal y psicológico, escribía un poco como Hemingway. Aunque él lo antecede, Hemingway tenía un objeto del deseo más noble y náutico que la revolución mexicana - el mar cubano. Azuela supo lidiar con lo que tenía enfrente en 1915 con un lenguaje directo y seco. No por ello es plano. Narrar como cae al suelo un federal al que habían "acostumbrado a no comer" es una estampa que brilla por su simpleza pero que también es dura y corroe. La conciencia de la violencia en medio de mezquites y nopales emerge de este libro. No se disculpa por existir. La revolución no civilizó a México, solamente desplegó fuerzas humanas y montaraces contra los intentos de modernizar el país a punta de esclavitud. Las 'limpiadas' que hacían al llegar a los pueblos los personajes de Azuela al principio son nobles pero culminan en una banda de pistoleros que cepillan el poco maíz de un campesino solamente porque pueden. Nadie gana ...