México ha sido un país expulsor de migrantes. Durante décadas, quienes han emigrado a EE.UU. han demostrado tanto el lado beneficioso de la migración para el país receptor como los paradójicos beneficios para el país expulsor, que sin cumplir sus obligaciones básicas con sus ciudadanos, recibe un premio en forma de millonarias remesas.
No hemos tenido que reflexionar más que ocasionalmente acerca de México y sus responsabilidades frente al fenómeno de todos los mexicanos que viven en EE.UU. Cuando un presidente estadounidense tiene una postura de migración dura, a veces ni siquiera sucita una discusión. Ese fue el caso con el récord de deportaciones de Obama. Ahora, Trump solo causó enojo e indignación cuando ofendió el orgullo nacional y lejos de sucitar una conversación nacional acerca de migración, columnistas y población en general atacaron la percibida debilidad de Peña y Videgaray. Los más críticos, atacaron su aparente sumisión a un gobierno extranjero.
Están entrando a México miles de personas con la intención de migrar a EE.UU. Si las redes sociales son medida de la aceptación de los mexicanos ante la posibilidad de que miles de centroamericanos se queden a trabajar y vivir en México, hay mucha xenofobia y poco futuro.
Sin embargo, adicional a cierta xenofobia y racismo, hay también una gran desconexión entre lo que muchos mexicanos piensan y dicen de su país y lo que están dispuestos a aceptar que suceda en él.
Si México mejora su rumbo y continúa siendo una economía grande en Norteamérica, seguirá siendo una potencia económica y un punto de referencia para millones de centroamericanos. En una estancia corta en Nicaragüa, me di cuenta de que la imagen popular de México es de riqueza y bienestar. Parecerá raro para quienes vivimos aquí, pero es verdad.
¿Qué queremos respecto a la migración como país? No tenemos una historia abiertamente racista codificada en la ley, como algunos países latinoamericanos. Ya hemos recibido oleadas de inmigrantes tanto europeos como no europeos.
¿Usted qué preferiría? ¿Que nuestro país diera asilo y cobijo a los inmigrantes que están intentando llegar a EE.UU.? ¿Que los expulsara y regresara a sus países de orígen? ¿Dejarlos pasar libremente y que intenten entrar a EE.UU. para que sean apresados por la patrulla fronteriza?
Como nieto de inmigrantes, les puedo decir que México puede ser un país generoso. Pero tenemos que hacer que lo sea. El orgullo nacional tiene que corresponder con la realidad y si aspiramos a que México esté a la altura de su fama como país ‘cálido y hospitalario’ más nos vale hacer algo al respecto.
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La Caravana de migrantes hondureños salió durante las primeras horas de la mañana de este miércoles de la capital de Guatemala para continuar su viaje rumbo a México. Foto: AP |
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Cientos de inmigrantes hondureños le dijeron adiós esta mañana a la capital guatemalteca y siguen su camino a México. Foto: EFE |
Sin embargo, adicional a cierta xenofobia y racismo, hay también una gran desconexión entre lo que muchos mexicanos piensan y dicen de su país y lo que están dispuestos a aceptar que suceda en él.
Si México mejora su rumbo y continúa siendo una economía grande en Norteamérica, seguirá siendo una potencia económica y un punto de referencia para millones de centroamericanos. En una estancia corta en Nicaragüa, me di cuenta de que la imagen popular de México es de riqueza y bienestar. Parecerá raro para quienes vivimos aquí, pero es verdad.
¿Qué queremos respecto a la migración como país? No tenemos una historia abiertamente racista codificada en la ley, como algunos países latinoamericanos. Ya hemos recibido oleadas de inmigrantes tanto europeos como no europeos.
¿Usted qué preferiría? ¿Que nuestro país diera asilo y cobijo a los inmigrantes que están intentando llegar a EE.UU.? ¿Que los expulsara y regresara a sus países de orígen? ¿Dejarlos pasar libremente y que intenten entrar a EE.UU. para que sean apresados por la patrulla fronteriza?
Como nieto de inmigrantes, les puedo decir que México puede ser un país generoso. Pero tenemos que hacer que lo sea. El orgullo nacional tiene que corresponder con la realidad y si aspiramos a que México esté a la altura de su fama como país ‘cálido y hospitalario’ más nos vale hacer algo al respecto.