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Reseña: "Mi General" de Gregorio López y Fuentes


Comienzo. "Lo que te voy a decir es sumamente serio. Tú sabes si aceptas o no." La voz continúa. Se va a revolver el agua. Levántate conmigo. ¿Qué tienes que perder, muchacho? Un extravío del destino lleva a un joven rural a convertirse en un bravío revolucionario, que después de ganar algunas escaramuzas agrega adeptos a su séquito que conforme se hace más nutrido, va creciendo en reputación y respeto, fuera de toda proporción a las batallas que ha ganado y algunas que ha perdido.

La ductilidad del joven lo transforma en un hábil cabalgador de su propia reputación, hasta que llega a una ciudad en donde la deferencia se termina. Las cosas ya no suceden en automático. Hay que hacer jaripeo con las ambiciones y rangos militares de los demás. Hay que someterse, ser útil y hacerse de un nombre.

Miembro del Cuerpo de Policía Rural Mexicano en tren durante la Revolución. Esta fotografía apareció publicada por primera vez en la Revista de Revistas. Mayo de 1912, por Manuel Ramos.

La violencia de la lucha logra colarse en una de las escenas cúspide, en donde se hacen de tiros en medio de un discurso enardecido en la Cámara de Diputados los presentes, entre los cuales estaba Mi General. Los periódicos condenan la reyerta dentro del recinto supuestamente civilizatorio de la política, que resulta ser un polvorín de demagogos. Mi General lo descubre al develar ante sí mismo sus dotes de oratoria, cuando defiende a un compañero de bancada. Un nuevo dominio para cabalgar.

El ascenso al poder, entre más bronco, brusco y rápido, embriaga más fácilmente. Dinero, negocios y casas donde se practica la vida alegre, todo al alcance de la mano.

Luego la voz le dice: "Todo lo que lucha contra lo impopular es popular". Mi General decide apoyar a un candidato incorrecto. Se equivoca y por un capricho mucho menor que el que lo convenció a participar en muchos hechos de armas, cae de la gracia de Dios. Termina siendo aviador en la Cámara de Diputados, por lo cual recibe tres pesos diarios. Se pierde en el juego, sigue cayendo, de manera bellísima. Termina teniendo tanto miedo, que no puede salir del jacalito de azotea en donde se encerró a sí mismo, víctima de su asecho real e imaginado. Al final, juega con la posibilidad de volver al cultivo de la tierra.

Entre las últimas líneas del libro, se encuentra una ominosa sentencia: "Sentíamos una vergüenza recíproca". Poco sabría López y Fuentes que ese breve retazo del libro prefiguró con sus palabras el humor nacional que prevalecería durante décadas entre nosotros los mexicanos, de ser así, de vivir así, de vivir aquí.


Complemento audiovisual: Cortometraje "¡Viva México!" de Carlos Galindo (2018)
En medio de la Revolución Mexicana, Pedro es capturado por poseer una carta con un mensaje que podría cambiar el curso de la guerra. El general Félix Talavera está en el bando contrario. Ambos enemigos no sólo enfrentarán la guerra, también lucharán contra su pasado. Este cortometraje fue parte de la Muestra del Short Film Corner del Festival de Cannes en 2018.

https://www.filminlatino.mx/corto/que-viva-mexico/3746
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