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Milenio: Adiós fideicomisos corruptos

Los fideicomisos ya habían recibido criticas incluso desde la comentocracia y las ONGs. Ahora que se busca combatir la corrupción y eliminar ese agujero negro de recursos mal administrados, la oposición dice una vez más que lo único que nos separa de la catástrofe universal son los fideicomisos. Verdaderamente de risa la falta de agenda y propuestas de la oposición. Si se quisiera recortar las asignaciones a los programas de los fideicomisos, sencillamente se les quitaría del presupuesto. Lo que se busca una nueva forma de administrar ese dinero. El control democrático del dinero no debe asustar a nadie. Los fideicomisos son un instrumento financiero poco apto para el buen uso del presupuesto público. Se seguirá financiando educación, ciencia, tecnología y medio ambiente. Se acabó el agujero negro de los fideicomisos.






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Wikipolítica, Futuro y la acción comunicativa

El Futuro del partido político en México como acción comunicativa Durante años, fui parte de Wikipolítica en Guadalajara, Jalisco. Puedo afirmar que antes de tomar la decisión de devenir en partido político local, fuimos un gran experimento de qué tan lejos podía llegar en la política la acción comunicativa . Por ello, es necesario hacer un ajuste de cuentas con el pasado filosófico de nuestra organización para explicar la decisión que tomamos. Inicialmente, comenzamos a hacer política intentando responder a una amplia demanda de diálogo y de que la gente fuera tomada en cuenta. Esta fue nuestra apuesta: que la comunicación puesta al nivel de la estrategia política, podía ser competitiva ante el poder económico y la fuerza bruta que ejercen los partidos políticos. También, durante mucho tiempo estuvimos convencidos, por diversas razones, que la solución a los problemas políticos podía conseguirse mediante el consenso y la participación de las personas. Este convencimiento de q

Reseña: El rey viejo de Fernando Benítez

Es un azar. Los que nos eran leales nos traicionaron, los que fueron traidores pueden salvarnos. no sabemos ya nada de nada. — Extraño país el nuestro. — Es un país corrompido hasta la médula de los huesos -suspiró. Enrique a Carranza, en medio de su huída. El sueño y desencanto de un burócrata con aspiraciones de intelectual perfila muy bien el momento de quiebre que tal vez pasaron los secretarios de este nuevo régimen. Ellos, al igual que Enrique, el burócrata de El rey viejo, fueron violentamente atravesados por la crudeza de la política mexicana cuando creyeron que podían acceder a las glorias del gobierno y hacer historia sin penurias o dificultades. "No hay un gran mexicano que no sea o haya sido un fugitivo". No me simpatiza la causa legalista de Carranza pero la corta novela ayuda a forjar una extraña empatía del orden ante el caos de los mexicanos que no se cansaban de guerrear entre ellos, cambiando de bando conforme la necesidad, la codicia y