Hay personas que siguen atrapadas en la Berniemanía y con una lectura ajena y extraña a las circunstancias nacionales de México:
Para EE.UU. está Bernie Sanders.
Para México, es una pobre respuesta anhelar que vengan a salvarnos de fuera, por eso…
Se entiende el diagnóstico global, porque los países son interdependientes. Lo que no se entiende, ni se debe de perdonar, es no tener un diagnóstico nacional y una postura que no sea un copy/paste de EE.UU. o de Suecia respecto a varias cosas.
¿México debería de ponerse objetivos alineados a los que las potencias globales le imponen y condicionar el bienestar para sus poblaciones mientras que las potencias contaminantes ya aprovecharon su potencial energético fósil? ¿Vamos a atarnos de mano asumiendo compromisos globales de forma acrítica? ¿O vamos a generar una respuesta auténticamente nacional, que aparte tome en cuanta a las mayorías a nuestros trabajadores industriales y del campo?
Las transiciones energéticas se financian cuando el potencial de los combustibles fósiles dan las facilidades para hacerlo (Noruega, et. al). En países con poblaciones más grandes, los resultados son poco concluyentes en la mezcla energética (Alemania, Francia).
La generación de renovables presenta problemas técnicos importantes como la variabilidad y su transmisión en líneas de alta tensión, que son sistemas que requieren de estabilidad en la generación. ¿Estamos dispuestos a agregar nuclear y fósil a la mezcla como lo hace el mundo desarrollado o solo estamos dispuestos a decir que no nos gusta el petróleo y ya?
¿Ya revisaron la experiencia de Aura Solar I? ¿Qué mezcla de inversión pública y privada es la mejor? ¿Qué piensan de las subastas energéticas y por qué no se subieron al tema cuando se trató desde la CFE?
¿Qué tienen que decir de la experiencia con turbinas en el sureste? ¿No es eso, según su visión, neoextractivismo?
Por último, campañear no es gobernar.
Por último, campañear no es gobernar.