En Jalisco, desde hace una década se ha instalado un estilo de gobernar que coincide en casi todo con la derecha privatizadora y neoliberal que quedó derrotada en las urnas este 2018. Es una manera de gobernar desde las agencias de mercadotecnia, desde mesas de especialistas ‘independientes’ y desde un manto progresista en apariencia, cuyo trasfondo es la alianza (de jure y de facto) con el Partido Acción Nacional y sus votantes. En Jalisco, Movimiento Ciudadano intenta revivir el maltrecho proyecto ideológico y económico del PAN. Las pruebas de este estilo se encuentran por doquier: nombrar mediante una mala adaptación de la gobernanza gringa un “ gerente de la ciudad ”, exenciones fiscales para funcionarios en activo que jamás dejaron sus negocios para ir a gobernar y ‒la más reciente‒ los cortes de agua potable, especialmente en colonias pobres de la ciudad hasta por 15 días. Las justificaciones ante estos abusos del poder tienen eco en medios de comunicación locales por la afinid